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Proteinas:

En el mercado hay gran cantidad de suplementos proteicos. Sin embargo, el consumirlos y el efecto que tendrán sobre tu cuerpo debe ir en función de tus objetivos, en el marco de una dieta equilibrada. ¡Ojo! Los estudios sugieren que no debes excederte en su consumo.

Si para la población en general las proteínas tienen una gran importancia, para ciertos grupos en particular como los niños, mujeres embarazadas, enfermos o deportistas, su importancia cobra mayor relevancia.

 

Es así que, por mucho tiempo, se ha pensado que un alto consumo de proteínas ayudaría a mejorar la fuerza, resistencia y la masa muscular de los atletas, siendo esta la razón por la cual se ha convertido en algo habitual el que previa una competencia se incremente importantemente el consumo de proteína en la dieta del deportista, con la firme convicción de que esto mejoraría su rendimiento. 

 

Mientras que los hidratos de carbono representan la principal fuente de energía en los ejercicios de resistencia, las proteínas se han asociado con el desarrollo muscular. De hecho, es así como, las proteínas han sido consideradas por los físico-culturistas como el nutriente de mayor interés.

 

Lo que debes saber sobre las proteínas

 

Las proteínas –que se forman por la combinación de aminoácidos- sirven básicamente para la formación de estructuras y compuestos que tienen actividad fisiológica importante y no se encuentran en capacidad de ser  almacenados, mientras que los hidratos de carbono y las grasas sirven fundamentalmente como fuente de energía y si pueden ser almacenados.

 

¿Dónde están?

 

Las encontramos en distintas formas. Hay proteínas en las hormonas como la insulina, estrógenos, progesterona, enzimas, hemoglobina, anticuerpos responsables de la defensa contra infecciones o agentes extraños, el complejo actina-miosina del músculo esquelético

(encargados de la contracción muscular), etc.

 

 

Las proteínas y aminoácidos también se encuentran a nuestra disposición a través de los alimentos, así como de suplementos nutricionales. La naturaleza nos ofrece dos tipos de proteína: a. Proteína completa o de alta calidad y se obtiene de alimentos que contienen todos los aminoácidos esenciales en la cantidad y proporción correcta y; b. Proteína conocida como incompleta o de baja calidad debido a que no contiene uno o más aminoácidos esenciales. 

 

Existen 20 diferentes tipos de aminoácidos que requiere el cuerpo y estos se clasifican como esenciales y no esenciales, lo que no tiene que ver con  la importancia de sus funciones; sino más bien con la capacidad que tiene el cuerpo de formarlos o no, en cuyo caso deberá tomarlos obligatoriamente de fuentes externas como los alimentos o los complementos nutricionales.

 

Tu rendimiento y las proteínas

 

Hoy  se conoce a ciencia cierta que en comparación a la población general, las necesidades de proteínas son más altas en deportistas como los futbolistas o físico-culturistas. Es decir, aquellos que entrenan para ganar fuerza y poder. Sin embargo estos requerimientos dependen del nivel de entrenamiento. Mientras tanto, para los deportistas de rendimiento como los maratonistas, ciclistas o triatletas, el aporte proteico está destinado a realzar y mantener la masa muscular corporal.

 

De todas formas, los requerimientos  proteicos, en ambos grupos, tienen un límite y su consumo no debe ser indiscriminado pues estas necesidades dependen particularmente de sus niveles de entrenamiento. Un excesivo consumo de proteínas no ayudará a mejorar el rendimiento del atleta.

 

Lo que encuentras en el mercado

 

Hoy por hoy, se pueden encontrar en el mercado una amplia variedad de  complejos nutricionales que incluyen tres de los  aminoácidos más importantes dentro de la actividad deportiva. Son la Lisina, Arginina y Ornitina ya que estos estimulan la liberación de la hormona de crecimiento, la cual a su vez induce la formación del músculo esquelético. 

 

Durante el ejercicio prolongado, los niveles de aminoácidos de cadena ramificada disminuyen notablemente, generándose fatiga. Esta situación, sin embargo, es perfectamente  manejable con la suplementación de este grupo de aminoácidos.

 

Por otra parte, durante el ejercicio prolongado los niveles de glutamina disminuyen pero la suplementación con aminoácidos de cadena ramificada, limita la reducción de los niveles de glutamina, lo cual a su vez mejoraría la capacidad del sistema inmune disminuyendo el riesgo de infecciones.

 

¡Mucho ojo!

 

Es importante aclarar que los resultados de varios estudios no apoyan el consumo extra de suplementos proteicos como una medida para incrementar el desarrollo de la masa muscular si es que  las necesidades de proteínas han sido ya cubiertas con la dieta diaria, puesto que los requerimientos nutricionales de este macronutriente no son  muy elevadas y bajo ningún concepto deben superar el  20% del aporte calórico diario total.

 

Está comprobado que el consumo de alimentos fuentes de hidratos de carbono y proteína post-entrenamiento, por un lado estimulan la síntesis de glucógeno y por otro permite incrementar la masa muscular mediante la liberación de hormona de crecimiento e insulina. Pero los objetivos del deportista en términos de volumen muscular, fuerza muscular, potencia y resistencia determinarán el incremento del consumo de uno u otro macronutriente. 

 

De aquí la importancia de que la alimentación del atleta deba ser equilibrada, balanceada y variada, sin restricción de ningún grupo alimenticio. Vale la pena aclarar que cualquiera que sean los objetivos del atleta, un elevado consumo proteico,  por arriba de los valores recomendados, no es justificable.  

 

 

Por Bella López

 

Necesidades proteicas para entrenar

Los atletas de todos los deportes siempre han considerado a las proteínas como un nutriente clave para el éxito

deportivo. Mientras que los antiguos olímpicos comían con poca frecuencia grandes cantidades de carne, hoy en

día a los atletas se les suministra una amplia variedad de suplementos proteínicos y de aminoácidos para

incrementar el consumo de proteínas.

Las proteínas juegan un papel muy importante en la respuesta al ejercicio. Los aminoácidos de las proteínas

forman bloques básicos para la fabricación de tejido nuevo, incluido el músculo, y la reparación del viejo. Estos

bloques básicos también se unen para constituir hormonas y enzimas que regulan el metabolismo y otras

funciones del cuerpo. Las proteínas proporcionan una pequeña fuente de alimentación para el ejercicio muscular.

Algunos científicos han sugerido que los atletas de resistencia y potencia sometidos a duras sesiones de

entrenamiento, pueden incrementar las necesidades diarias de proteínas – hasta un máximo de 1.2-1.7 gramos

por peso corporal (“Body Weight = BW”), comparado con el consumo recomendado de 0,8 g/Kg. de peso corporal

para una persona sedentaria. Sin embargo, la evidencia de este incremento de la necesidad de proteínas no

está clara ni es aceptada de manera universal. Parte de esta incertidumbre está provocada por los problemas

derivados de las técnicas científicas utilizadas para medir las necesidades proteicas.

El debate sobre las necesidades proteicas precisas de un atleta es en buena parte innecesario. Las

investigaciones sobre las dietas muestran que la mayoría de los atletas tienen un régimen alimentario en el

que el consumo de proteínas está por encima del nivel recomendado, incluso sin la utilización de

suplementos proteicos. Por tanto, la mayor

parte de los atletas no necesitan ser educados

o animados a incrementar su consumo de

proteínas. Estas investigaciones, normal-

mente están relacionadas con los atletas que

siguen una dieta típica de occidente y es

urgente obtener más información de los

atletas que consumen una alimentación

diferente.

El atleta con más posibilidades

de fracasar a la hora de

satisfacer sus necesidades

proteicas, es aquel que

restringe severamente su

ingesta de energía o la variedad de su dieta.

Una ingesta adecuada de calorías es impor-

tante para conseguir el equilibrio proteico o

incrementar la retención de proteínas.

A pesar de que los atletas de fuerza y los

culturistas consumen más de 2-3 g de

proteínas por Kg. de peso corporal, no hay

pruebas de que este elevado consumo

diario de proteínas mejore la respuesta en

el entrenamiento o incremente la masa

muscular y la fuerza. Estas dietas no

son necesariamente dañinas, pero son

caras y pueden evitar conseguir

otros objetivos nutricionales,

como el proporcionar la

energíanecesariapara

mejorar el entrenamiento y el

rendimiento.

 

 

Algunos estudios recientes se han centrado en la respuesta aguda a los entrenamientos tanto de resistencia como

de fuerza. Mejorar el equilibrio proteico es el objetivo deseado en la fase de recuperación – superar la pérdida de

proteínas durante el ejercicio y fomentar el crecimiento reparación y adaptación del músculo que sigue al estimulo

del ejercicio. Estos estudios han determinado que el comer una pequeña cantidad de proteínas de gran calidad,

combinadas con carbohidratos, mejora la síntesis de las proteínas durante el período de recuperación. Existen

algunas pruebas de que esta respuesta mejora cuando estos nutrientes se suministran justo después del ejercicio,

o en caso de una sesión de fuerza, quizás antes de entrenar. Se necesitan más trabajos para ajustar unas pautas

en cuanto a la cantidad óptima, tipo y tiempo de consumo de estos nutrientes, y confirmar que estas estrategias

de consumo llevan a una mejora en los objetivos de entrenamiento.

En vista de esta información, parece sensato centrar el equilibrio total de la dieta y el horario de las comidas

de proteínas-carbohidratos y tentempiés en relación con el entrenamiento, más que en grandes ingestas de

proteínas per se.

Los alimentos especiales para deportistas, como pueden ser las barritas y

suplementos líquidos pueden suponer una manera compacta y conveniente de

consumir carbohidratos y proteínas cuando no tenemos a disposición

alimentos comunes o que son demasiado voluminosos y poco prácticos para

su consumo. Sin embargo, hay que tener en cuenta el

coste adicional de estos productos, y el hecho de

que sólo contengan un número limitado de

nutrientes. Hay pocas justificaciones para

la utilización de estos suplementos

proteicos o aminoácidos tan

caros. Los alimentos

comunes del día a día

son probable-

mente igual

de efec-

tivos.

Alimentos ricos en proteínas – Los siguientes ejemplos suministran 10 g de proteínas:

2 huevos pequeños

300 ml de leche de vaca

20 g de leche en polvo

30 g de queso

200 g de yogur

35-50 g carne, pescado o pollo

4 rebanadas de pan

90 g de cereales

2 tazas de pasta cocinada ó 3 tazas de arroz

400 ml de leche de soja

60 g nueces o frutos secos

120 g tofu o carne de soja

150 g de legumbres o lentejas

200 g judías

150 ml de batido de frutas

ó suplemento líquido

 

 

 

 

 

El Índice Glucémico. 

Además de la cantidad de carbohidratos en la dieta, también se ha estudiado su índice glucémico (G.I.), observando y analizando estos alimentos por su textura, estructura y grado de absorción en lugar de centrarse sólo en su peso molecular. El efecto glucémico de un alimento es lo alto y lo rápido que hace aumentar los niveles de glucosa, y la rapidez con que el cuerpo responde para devolver la glucosa sanguínea a su estado normal (1). 

Diferentes alimentos afectan de forma diferente la glucosa sanguínea dependiendo de:

La digestibilidad del almidón en el alimento.

Las interacciones del almidón con la proteína del alimento.

La cantidad y el tipo de grasa, azúcar y fibra en el alimento.

La presencia de otros constituyentes, tales como las moléculas que unen el almidón.

La forma del alimento (seco, papilla, o líquido; rígido o granulado; muy cocinado o crudo, etc.)

La combinación de otros alimentos ingeridos en el mismo momento.

 

El índice glucémico (GI) de los alimentos se clasifica en tres niveles principales: altos, medios o bajos (ver tabla 1). Los alimentos con un G.I. alto son absorbidos de forma rápida en el estómago y los niveles de azúcar sanguíneo aumentan rápidamente-. Lo contrario ocurre con los alimentos de Índice Glucémico bajo, los cuales se absorben más lentamente y tienen un efecto moderado en el aumento de los niveles de glucosa de la sangre.

Algunos de los alimentos fuertemente procesados y bajos o libres de grasa (por ejemplo, las galletas o bollería) tienden a tener un alto índice glucémico, puesto que se les suele añadir azucares simples al quitarles la grasa. Por otra parte, aquellos alimentos poco procesados y altos en fibra con un poco de grasa (por ejemplo, el pan con cereales o la manteca de cacao) tienden a tener un GI bajo.

 

indice glucemico medio/alto

Cereales   

 

 

 

 

Uva pasa (1/2c)    46g. / 200 calorias

Trigo molido (1 taza)    37g / 180 calorias

Salvado de pasa (1 taza)  42g/ 180 calorias

Salvado (All Bran) (1 taza) 27g/180 calorias

Avena (1 oz.)  30g/140 calorias

Nata de trigo (1 oz.)  22g/100 calorias

 

indice glucemico medio

 

frutas

 

 

 

Manzana o Naranja    20g/180 calorias

Banana                          26g/105 calorias

Pasas (1/2 taza)           60g/240 calorias

Uva (1 taza)                  16g/58 calorias

Salsa de manzana (1/2 taza)  26g/97 calorias

Albaricoque seco (8 Halves)   30g/120 calorias

 

 

indice glucemico alto

verduras almidonadas

 

Maíz (1/2 taza)    18g/180 calorias

Caldo de verdura (1/2 taza)  15g/65 calorias

Carlota (1, media)   10g/60 calorias

Guisantes (1/2 taza)  10g/40 calorias

Salsa de tomate (1/2 taza)   10g/18 calorias

 

indice glucemico bajo

 

legumbres

 

 

Judía / alubias cocidad (1 taza)  50g/330 calorias

Lentejas (1 taza)                          40g/215 calorias

Judías rojas (1 taza)                     33g/204 calorias

Judías Lima (1 taza)                     28g/140 calorias

Garbanzos (1 taza)                      27g/28 calorias

 

 

 

indice glucemico alto

 

productos del pan

 

 

Con cereales (2 rebandas)    25g/150 calorias

Bollo (grande)                        60g/280 calorias

Bagel                                       30g/210 calorias

Madalena (1)                          25g/130 calorias

Madalena de salvado (grande)  45g/320 calorias

Pan de maíz (rebanada grande)  29g/198 calorias

Galletas saladas (2 piezas)            11g/60 calorias

 

 

 

otros

 

Yogurt de fruta (1 taza)          50g/250 calorias   bajo

Batido de leche (1/2 taza)      22g/120 calorias  bajo

Pasta cereal y pasta de arroz (1 taza)  40g/200 calorias  medio

Arroz (blanco / Integral) (1 taza)    35g/160 calorias  medio

Patata al horno (1 grande)             55g/240 calorias alto

Relleno (1 taza)                                 40g/220 calorias  medio

Tortita (2)                                            30g/140 calorias  medio

Gofres, huveos (2)                              34g/240 calorias medio

 

 

¿Cómo puede el GI ser utilizado por los deportistas?

Aunque algunas investigaciones indican que el Índice Glucémico de los carbohidratos consumidos al finalizar el ejercicio no es tan importante como la cantidad de carbohidratos consumida (3), muestran que la ingesta de una comida rica en carbohidratos de un índice glucémico bajo antes de la actividad física resulta en mejoras del fondo cardiovascular (5). 

 

Utiliza la siguiente guía para poder obtener ventaja de los beneficios conocidos del Índice Glucémico. 

 

Las investigaciones sugieren que los corredores de fondo se pueden beneficiar de la ingesta de alimentos ricos en carbohidratos de bajo GI antes del ejercicio pues estos alimentos desprenden la glucosa más lentamente hacia la sangre, lo que puede ayudar a sostener los niveles de glucosa sanguínea, prolongando así los niveles energéticos del deportista. (2, 5). 

 

Durante el ejercicio prolongado, el consume de alimentos o fluidos con un índice glucémico medio o alto puede promover con mayor rapidez el uso de los carbohidratos y por lo tanto ayuda a mantener los niveles adecuados de glucosa en la sangre. 

Tras el ejercicio, los deportistas que deseen recuperarse rápidamente, deben intentar consumir alimentos y fluidos con un GI alto con la idea de promover una rápida recuperación del glucógeno perdido. 

 

Entrenar y comer adecuadamente puede mejorar el almacén glucémico y por consiguiente tu rendimiento. Es buena idea conocer y entender los diferentes tipos de carbohidratos y cómo tu cuerpo los metaboliza.

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